Para el ensayo del prototipo procedimos a ocupar una base de vidrio y varios tipos de fluidos como shampoo, Quix, jabón de glicerina y miel. Ocupamos diferentes tipos de fluidos para así determinar si habían diferencias entre ellos en relación al efecto Kaye.
El primer ensayo fue hecho de la siguiente manera, pusimos la base de vidrio inclinada aproximadamente 60º y la bañamos con una capa del fluido que íbamos a ocupar para después de una altura aproximada de 25 cm dejar caer un chorro constante de fluido. Con esto pudimos comprobar que tanto como el shampoo y el jabón fueron muy buenos en mostrar el efecto Kaye ya que no demoro mas de 1 segundo en aparecer un chorro ascendente constante y con una muy buena distancia, el quix fue el que le siguió a estos dos con un chorro con menor distancia y como ultimo quedo la miel que no resulto un chorro constante, mas bien uno intermitente no muy largo. Después de esta prueba nos quedo claro que nuestro candidato para el prototipo tenia que ser el shampoo o el jabón y por cosa de costos elegimos el jabón.
El segundo ensayo que hicimos fue para determinar el mejor ángulo que debía estar la base de vidrio y la mejor altura del jabón. Para esto fuimos probando diferentes alturas y ángulos hasta que concluimos que con un ángulo aprox. de 45º y una altura de 20 cm era la mejor combinación, ya que se conseguía un chorro constante con una altura y longitud muy buena de aproximadamente 15 cm y en ocasiones era posible ver que el chorro rebotaba mas abajo en el vidrio creando otro chorro más.
En conclusión los ensayos fueron todo un éxito porque nos demostró en vivo el efecto Kaye y nos ayudo a hacer importantes modificaciones al diseño del prototipo final antes de la competencia.
El segundo ensayo que hicimos fue para determinar el mejor ángulo que debía estar la base de vidrio y la mejor altura del jabón. Para esto fuimos probando diferentes alturas y ángulos hasta que concluimos que con un ángulo aprox. de 45º y una altura de 20 cm era la mejor combinación, ya que se conseguía un chorro constante con una altura y longitud muy buena de aproximadamente 15 cm y en ocasiones era posible ver que el chorro rebotaba mas abajo en el vidrio creando otro chorro más.
En conclusión los ensayos fueron todo un éxito porque nos demostró en vivo el efecto Kaye y nos ayudo a hacer importantes modificaciones al diseño del prototipo final antes de la competencia.

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